FOMENTO DEL VIAJE

El ministerio de Fomento, está haciendo lo suyo,  que es fomentar, en este caso la movilidad geográfica de los canarios. Quieren que viajemos y que nosotros les demos un viaje...en el sentido menos literal de la palabra.
Yo creo que no estamos entendiendo las verdaderas intenciones del ministerio que pastorea doña Ana y donde al parecer podría haber algún borrego.  Realmente no es que pongan trabas a que los canarios viajemos.  Lo que realmente desean es que los canarios nos hagamos notar cada vez que nos subamos al avión, y lo hacen porque saben que somos simpáticos, con don de gentes y salerosos como pocos.
Por eso, el papelito del certificado me parece ya hasta poco. Creo que sería conveniente, y de hecho lo propongo, que cada vez que viajemos al aeropuerto nos llevemos un elemento identificativo de cada isla, para que no quepa duda. Los gomeros podrían entrar a la terminal silbando y comunicarse así con el personal de las compañías. Además podrían pasar todo el trayecto silbando, tal y como pedía Pedro García Cabrera. A los palmeros les pido que arrastren su maleta haciendo la danza de los Enanos y con rapaduras en la Mano.  A los herreños que vayan bailando, tocando el pito y tambor todo el vuelo, y si de paso pillan alguna restingolita que lanzar, mejor. A los tinerfeños que se hichen a mojo y carne fiesta y regurgiten  -por decirlo finamente- mientras se empujan una botella de vino, tinto o blanco según  predilección. Si además, consiguen un tocado de reina del carnaval que ocupe bastante espacio, mejor. Los grancanarios podrían colgarse al cuello ristras de chorizo de teror, y perfumar el ambiente durante el vuelo, sin que se les caiga la rama de la mano y ofreciendo un sancochito al pasaje. Si yo fuera conejera iría lanzando buchazos al de delante y, en su defecto racimos de malvasía, y por favor, si eres majorero, las jareas no pueden faltar y busca un transportín porque vas a llevar contigo la cabra majorera y preferiblemente la ordeñarás durante el trayecto. En cuanto lleguemos a destino, sería conveniente que busquemos el primer punto de encuentro al alcance y nos marquemos una isa o folía para que no quepa lugar a dudas. Si después de todo eso, siguen dudando de nosotros formularemos la siguiente frase intimidatoria: "chacho, mándate una papa". En cualquier caso, dado que parece que quieren amenazarnos con una retirada de la bonificación al transporte, lo mismo no necesitamos desplegar nuestros encantos. Los seguiremos cultivando con amor, como señas de identidad y de respeto a nuestras tradiciones. Eso sí, que nadie que nos visite nos tome por resentidos, aunque cada día nos quedemos más aislados en nuestro paraíso. Ahora sólo queda que se obre el milagro y que venga Moisés a abrir las aguas para que este pueblo salga de su esclavitud y se dirija a tierra prometida, o, al menos, a terreno peninsular.