PAPÁ ESTADO

Estaba acostumbrada a escuchar y leer eso de Papá Estado para referirnos a la cultura de la subvención y a la dejación de competencias. Lo que no pensaba es que el Gobierno reivindicara la paternidad de todos los menores del país con una ley que regula sus derechos y deberes. Ahora resulta que  el Gobierno es como el clan de los Iglesias, que tienen hijos hasta debajo de las piedras.

Me parece estupenda la intención de proteger a la infancia, pero gobernar de puertas adentro de la casa de cada uno ya me parece excesivo. Ahora nos toca poner ejemplos prácticos ...

 La ley  establece que los menores deben participar en la vida familiar respetando a sus padres y hermanos , que deben participar  en el cuidado del hogar y, en el colegio, respetar las normas y estudiar. Ahora sí que el conejo me riscó la perra....no habrá pocas cosas sobre las que legislar.  Ya sólo falta que el ministerio de turno nos imponga la vestimenta infantil adecuada y hasta el nombre más apropiado para el recién nacido, que preferiblemente, no sea nunca Jordi,  no vayamos a herir sensibilidades.

El Papá Estado ha decidido hacerse cargo del bienestar de todos los niños españoles, así que -de paso- podríamos pedirle que se haga también cargo de sus gastos y ojo, cuidado con la lentitud de la justicia si se acumulan las denuncias por no hacer la cama o no estudiar la tabla del 4. Por cierto, el domingo es el día de la madre...este año toca celebrarlo con nuestra nueva madre....que yo por Ana Ma-to. 

LOS INDULTADOS

Cuando llega la Semana Santa, las fronteras entre lo laico y lo religioso me ocasionan un auténtico quebradero de cabeza. En mi casa, hay quien te crucifica si te ve comer carne un Viernes Santo y a mi todos los años me queda un sentimiento de culpa por la loncha de jamón que se me olvida incluir en el catálogo de los alimentos prohibidos. Luego que si vas a la playa por la mañana, con las carnes al aire y al rato estás en la procesión del Santo Entierro.  Es un caos absoluto, pero el caos es mayor si las tradiciones religiosas siguen teniendo peso en el Gobierno de un país, donde la Constitución dice que somos un estado aconfesional, qunque muchos del Gobierno vayan bajo palio.

Lo digo porque a estas alturas no entiendo muy bien por qué hay cofradías de penintentes, nazarenos y sufridores varios que siguen proponiendo al Gobierno indultar a presos durante estos días...ojo, que me parece perfecto el indulto si hay motivo, pero como celebración de la Semana Santa me parece que raya el ridículo, sobre todo si uno de los indultados es un pobre banquero del Santander que engañó a unos cuantos vecinos para llevarse parte de sus fondos....vamos, que al final resulta que estamos rodeados de San Dimas, esos ladrones buenos que buscan su conversión en el último minuto. 

A este paso, los protagonistas de la crucifixión vamos a ser nosotros, que ya llevamos un Vía Crucis y penitencia que dura demasiado tiempo y  nosotros si que no resucitamos. 

LOS AUTOS LOCOS

Siempre fui fan de la serie de dibujos animados "Los Autos Locos".  Así que -como entenderán- la visión de Esperanza Aguirre en su coche  me llevó automáticamente a recordar a mi adorada Penélope Glamour. Eso en el minuto uno, en el dos ya me di cuenta de que la Espe ha conseguido con su hazaña encarnar a todos los personajes de la serie de un tirón. ¿Qué arrollo a una moto?  Ya tenemos a Pier Nodoyuna. ¿Qué me doy a la fuga? Aparece el mismísmo Patán...y hasta me la imagino con gafas y casco haciendo la risita socarrona en su recorrido a la fuga por Gran Vía.

Lejos de la imagen más o menos graciosa de la lideresa, y del debate de la igualdad ante la justicia,  otro de los dilemas que me ha planteado este suceso es la humanidad de la Aguirre. Ante aquellos que se pensaban que todo quisqui en el Partido Popular tiraba de sobre para la supervivencia diaria, nos hemos dado cuenta de la importancia de la liquidez en nuestra vida diaria...oigan que cuando el crédito fluye de un cajero, ya es algo tan extraño que hay que hacer como en la peli de Woody Allen, Toma el dinero y Corre y si puedes, Espe, sal chirriando ruedas...