lunes, 18 de marzo de 2013

EL SANTO PADRE

El Papa Francisco  inaugura oficialmente su pontificado. Con un par de días, todo hay que decirlo, el hombre ha entrado por la puerta grande en el Vaticano. Los gestos ya apuntan a maneras poco rígidas y parece que la sangre argentina tira. No sé si la celebración de hoy terminará con un asado, pero lo cierto es que los servicios de seguridad van a tener que trabajarse más que de costumbre la protección que brindan, porque a este papa le ha dado por apearse del palio.
No cometeré una herejía ni creo que me excomulguen porque hoy haga referencia a los demás santos padres, pero los que se escriben en minúscula, aunque se merezcan un homenaje en mayúsculas. 
No todo el mundo tiene la suerte de poder disfrutar de una presencia paterna con todas las letras, pero para los afortunados que sí podemos, éste sí que es un papado al que daríamos fumata blanca todos los días. Estos sí que saben repartir el pan, confesarte, perdonar tus pecados, lavarte los pies, hacer voto de pobreza cuando hace falta, repartir una hostia cuando la ocasión lo merece y, por encima de todo, se tienen ganada su entrada al cielo. Feliz día del padre ....a todos los santos.

martes, 12 de marzo de 2013

LA BARBACOA SIXTINA

La curiosidad dicen que mató al gato...pero ¿qué quieren que les diga? pagaría lo que fuera por poder ver por un agujerito lo que sucede en el cónclave que elegirá al nuevo Papa. Tanta pompa y circunstancia me resultan apasionantes y en mi afán de normalizar cualquier evento de esta índole me he planteado qué es lo que en realidad sucede dentro. Reconozco que mi personalidad profundamente social me lleva a pensar que la elección del sucesor de San Pedro podría ser una comilona en la que se reúnen colegas que hace siglos que no se ven. La votación podría ser un amigo invisible en el que se regala regir los destinos de la barca del catolicismo y yo estoy empeñada en desentrañar el misterio de la fumata. Estoy tan acostumbrada a las barbacoas de amigos, que yo me imagino a alguien echando carne al fuego y abanicando para que la brasa esté a punto....mientras media humanidad espera el misterio del humo blanco o negro...¿y si resulta que todo el cónclave es más normal de lo que nos han hecho pensar? y si además de elegir al Papa... ¿los cardenales disfrutan de un rato de camaradería? Lo reconozco, perdería el encanto y el misterio, pero también haría todo un poco más humano. Yo estoy esperando que por fuera alguien diga habemus papam, mientras una voz desde la reunión grita....Ahora es cuando está bueno el fuego....

lunes, 4 de marzo de 2013

LO QUE EL VIENTO NO SE LLEVÓ

La semana ha comenzado con vientos huracanados.  Nuestros alisios han cedido protagonismo a una borrasca potente, que ha hecho volar vallas, ha arrancado árboles y de nuevo nos ha tenido encerraditos en casa esperando la llegada de vientos más favorables.
Las tormentas meteorológicas tienen de bueno que uno sabe cada vez con más precisión cuando comienzan y cuando acaban. El problema es qué hacemos con el resto de tormentas.....
Los vientos del paro arrecian cada vez con más fuerza, ayer nos dejaba otra bofetada en forma de huracán cuyo ojo parece que no quiere salir de nuestro país. En el ojo del huracán también ha estado esta semana el ministro de Interior, que ha desenterrado el fantasma de la persecución hacia los homosexuales diciendo que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo porque no se asegura la especie.....No voy a ser yo la que desentierre las teorías darwinistas, porque si hablamos de evolución quizá más de uno se convierta en homo antecesor por su mentalidad tan poco evolucionada. Cada día me planteo más si las tormentas son orquestadas por alguien que mueve los hilos para que nos entretengamos y se nos desvíe la vista como si fuéramos bizcos. A lo que vamos, que vengan vientos, pero bien fuertes y más favorables....que se lleven sobres, papeles, correos electrónicos, hernias discales, corinas, corruptelas y si hace falta, hasta peluquines. Todo con tal de que la verdad salga a flote y que, tras la tempestad, llegue la calma.