CHRISTMAS CAROL

En su Cuento de Navidad, Dickens creó un fantasma de las Navidades pasadas, de las presentes y de las futuras que se le aparecían al miserable prestamista para hacerle recapacitar...En el cuento navideño que nos ocupa a nosotros, sólo hay un fantasma que se le aparece a un personaje. Es el fantasma de las elecciones pasadas que se le aparece a Rajoy, y que le aconseja no hablar de atentados a pocos días de las elecciones, con lo cual ahí anda el hombre sin dar explicaciones del ataque a la embajada en Kabul, un atentado -por cierto- que no sé a ustedes, pero a mi me ha hecho reflexionar sobre la carencia de espíritu patriótico. El je suis, no sé si porque se dice en francés resulta más bonito, aquí no se menta para nada, fiel a la expresión de las viejas en los entierros...nosotros, cuando hay una tragedia, no somos nadie. El domingo, ya lo saben, llegan los reyes magos adelantados. Espero que hayan hecho sus peticiones, ya saben que con el objetivo de ahorrar costes, los regalos entre los que elegir son limitados. Además de muñecos Made in Canarias, que dicen, maltrato, financiación y REF cuando les tocas la barriga, ya saben ustedes que los regalos más codiciados son 4 que cortarán el bacalao o la panga, si al final resulta que la recuperación económica que anuncian no es tal. Entre los regalos estrella ya lo saben está el Ken Marianín, primer muñeco masculino de la historia que ejerce de padre soltero y que viene con la Soraya incorporada, luego está el Ken Camaleón, que cambia de color tras el día 20 en función del aire que le dé, el Ken a secas, que sólo es guapo y poco más y luego está la reedición de los cuentos del barco de vapor de Coleta la Poeta, que siempre tiene la palabra adecuada para hacer la revolución. Espero que el sábado dejen los zapatitos bien colocados, les recomiendo que pongan unos que no vayan a echar de menos...por si acaso se los acaben robando y no, no dejen ni galletitas, ni polvorones que estos se lo cobran con carácter retroactivo.

LAS TABLAS DE LA LEY

Allá por el año 78, no se sabe si Dios o quién, dictó las tablas de la ley a los cerebros pre-claros encargados de guiar a España por la senda de la transición. Este domingo se cumplieron 37 años de aquel momento en el que el consenso y el diálogo tomaron el protagonismo, incluso cuando no se habían curado algunas cicatrices. Todos se llenan ahora la boca con elogios a estos mandamientos, aunque sean los mismos que se los pasan por el forro. No habría que tomar el nombre de la Constitución tan en vano y sí ayudar a que los posibles efectos de la carcoma en estos casi 40 años, se reparen... Decía yo eso de pasarse por el forro algo...y no sé por qué la asociación de ideas me ha llevado a nombrarles a Maduro. Este fin de semana, ya lo saben, Venezuela celebró elecciones legislativas. Por mucho que Maduro quisiera pasarse por el forro de su discreto chándal el resultado, las urnas han hablado pero a gritos y reclaman el inicio de un cambio político en Venezuela. Aquí mientras, hemos entrado ya de lleno en la campaña electoral, una campaña que sumada al espíritu navideño, está dejando una sensación de empalague similar al que provoca un vaso de leche condensada con almíbar. Las sonrisas forzadas se mostraron en todo su potencial anoche en la final de Pequeños Gigantes, ah no, perdón, el debate electoral. Lo podemos resumir en: por alusiones, sé fuerte, Price Waterhouse Coopers, no te pongas nervioso y qué guapo soy, éste último Pedro Sánchez que se marcó unas sonrisas a cámara que me recordaron a Sergio Dalma cuando cantó en Eurovisión ... No sé ustedes pero yo eché de menos a Jordi Hurtado moderando esta edición especial de Saber y Ganar. Los expertos en comunicación no verbal hoy deben estar dando palmas con las orejas con eso de no tener atril en el que resguardarse. Para gustos los colores y ustedes tendrán su opinión de quién ganó la contienda. A mi que me gusta fijarme en los pequeños detalles me quedó una duda...¿lo que tenían en sus cabezas era un micro, una ducha o la cadena del wáter? El que ganó sin duda este debate fue Rajoy, en Doñana, tranquilito, con los patos...ése si que se quedó a gusto ayer tras tirar de la cadena...