martes, 29 de enero de 2013

EN OCASIONES...VEÍA YERNOS

Entre los sobres y los artículos de papelería que van surgiendo cada semana dentro de poco podemos montar una tienda especializada. Fue nacer el hijo de Shakira, ponerle nombre de goma de borrar y, oye, que han empezado a utilizarla hasta en la familia real.
En la página web de la Casa Real ya han hecho el primer borrón y diría que cuenta nueva, si no fuera porque utilizar la palabra cuenta asociada a monarquía en estos tiempos es echar más leña al fuego.
 El caso es que la web ha eliminado de un plumazo  al que hasta ahora conocíamos como Duque de Palma y que ahora se ha sacado una firma nueva del bolsillo, pero del bolsillo más cercano a la bragueta. Para que luego digan que la sangre azul no puede ser ordinaria...
El caso es que en poco tiempo los yernos reales se han convertido en lo más parecido a los fantasmas del sexto sentido.    En ocasiones los veíamos, rodeados de música tenebrosa, daban un susto y hasta la siguiente secuencia terrorífica. La pobre familia real pensaba que con Marichalar habían tocado fondo, pero todo no se arregla con un quítame de ahí la figura del Museo de Cera.
Ahora el argumento del sainete real es aún más terrorífico, no sé si también habrá sido ideado por la gran Amy Martin, porque ya que al pobre Duque le toque declarar el 23 F tiene bemoles. El caso es que espero que la prótesis de la cadera del rey y de paso toda la institución  sean de Titanio, porque con la que ha caído y aún queda por caer va a necesitar un cimiento sólido en la que seguir sustentándose.

lunes, 21 de enero de 2013

SERES SOBRECOGEDORES

En los últimos días hemos asistido a un espectáculo mediático en torno al universo de los sobres. Son un material de papelería que creíamos denostado desde que comenzó internet, el correo electrónico, el whatsup y todo lo que hoy nos ayuda a comunicarnos.
Sin embargo, el genero epistolar no estaba tan abandonado como pensábamos, ha bastado con que alguien tirara del hilo que tejía Penélope para descubrir un ir y venir de sobres, sueldos y puñaladas traperas que de ser ciertos, no van a dejar en buen lugar a  una parte de la clase política. Sobre todo, cuando uno tiene que tragarse tal nivel de tejemaneje sin tener ni agua que ayude a digerir.

Seamos justos. Garbanzos negros suele haber en todos lados y en cada familia hay una oveja descarriada, pero cuando uno empieza a pensar que vive rodeado de seres sobrecogedores, algo está fallando.

Los seres sobrecogedores están instalados en cualquier lado, los hay de colores variados e incluso algunos de la especie tienen sangre azul y se sientan cerquita de tronos. La justicia y el final del hilo determinarán que hay de cierto en esa correspondencia. A medida que uno conoce detalles, casi preferiría vivir en la ignorancia. Al igual que extraterrestres, estos seres sobrecogedores, viven en una dimensión tan diferente al del resto de la humanidad que me encantaría pensar que estamos ante una pelicula de ciencia ficción. Lo triste es que pueda ser real. El único consuelo que nos queda es que se identifique a estos entes que habitan entre nosotros y que puedan volver a una galaxia cubierta de barrotes y bien aislada.

lunes, 14 de enero de 2013

LA TEORÍA DE LA INVOLUCIÓN

Charles Darwin se empeñó en decir que el hombre venía del mono y durante años hemos estado buscando el eslabón perdido. Ahora parece que el ser humano es cada día más simio y los simios más humanos. Todo esto a cuenta de un estudio elaborado por un centro de investigación de primates de una universidad de Atlanta, donde -por cierto- Esperanza Aguirre podría dedicarse a buscar talentos bien entre los primates o entre sus brillantes investigadores. 
El resultado nos puede dejar con la boca abierta y trepando por las ramas. Entre las conclusiones, sepan que los chimpancés tienen el mismo sentido de la justicia que los niños, son capaces de compartir al 50% con sus semejantes cuando reciben un premio e incluso llegan a sentir la compasión.
Con los tiempos que corren, cabe preguntarse lo de ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? o aplicándolo a este caso, ¿el hombre o el mono?
Ante esta pregunta caben varias reflexiones. ¿Está el ser humano realmente evolucionando o somos el peor ejemplar de nuestra especie? Hemos dejado de sentir compasión, tenemos un sentido de la justicia demasiado laxo y cada día nos cuesta más compartir y empatizar....en definitiva, íbamos para hombres pero nos hemos quedado en monos.

lunes, 7 de enero de 2013

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Con el comienzo del año, normalmente nos da por querer sacar del archivo todos los proyectos inacabados. Dedicar más tiempo a la familia, leer libros pendientes y ponernos en forma. Siempre en esta época del año nos proponernos objetivos que son -en la mayoría de casos- inalcanzables. Eso era antes de la crisis, porque los propósitos de año nuevo ahora han cambiado bastante. Para la delgadez, ya los gimnasios no sirven de nada. Directamente hemos dejado de comer,  a la vista de que por primera vez en esta crisis estamos empezando a tocar lo que hasta ahora era intocable, la cesta de la compra.  Otros propósitos también se han ido adaptando a las leyes y al bolsillo.  El que quería dejar de fumar, tuvo la ley antitabaco como ayuda, pero después de morderse todas las uñas y comer pipas, la ansiedad por la actual situación le llevó a retomar el hábito.  Habrá quien también ponía en su escala de prioridades seguir mejorando como profesional en su trabajo.  Hoy esa misma persona se está aferrando a él a cualquier precio o incluso pone velas a los santos para que le traigan uno, después de mucho tiempo mirando para el techo. Y ya mejor no sigamos entrando en detalles, no vaya a ser que pensar demasiado nos haga rebelarnos.

El año ha empezado con fuerza, sobre todo para traer más perjuicio a nuestros bolsillos. La cuesta de enero ya exige que desde agosto enfrentemos el proceso como hace un escalador que se propone ir al Himalaya, aunque en este caso no haya sherpas que te ayuden en el camino.

Mientras tanto, las rebajas nos recuerdan que -a pesar de todas las piedras que no han puesto en nuestro ascenso a este ocho mil-  aún vivimos instalados en el consumismo, aunque la tarjeta de crédito haya terminado la Navidad echando chispas. Podríamos plantearnos como objetivo común pensar por una vez y hacer un propósito, pero de enmienda. Que lo hagan quienes nos metieron en este agujero, quienes nos siguen manteniendo en él  y también todos los que asistimos impasibles a esta espera por brotes verdes que siguen sin germinar.