MENOS ES MÁS

Cuando alguien decora una casa debería pensar en adaptar los muebles al espacio y sus necesidades. Si no, se corre el riesgo de que te quede un espacio recargado.

Ahora está de moda en decoración y prácticamente en todo en esta vida el minimalismo. El blanco o negro, los espacios amplios - a lo ancha es Castilla-  y hasta el pensamiento plano.

A Artur Mas, le dio por hacer un cambio radical al estilo de los programas que te transforman la casa por arte de magia. En lugar de optar por el minimalismo, la jugada barroca le ha salido cara y probablemente se caiga con todos los muebles.

A este Rey Arturo lo han  castigado por sus sueños soberanistas.  Soñó con crear un imperio, pero quien le critica dice que  se ha olvidado de que su pueblo también pasa hambre y que antes de los muebles hay quien quiere comprar el pan.

Los caseros se dan por satisfechos con que pague su castigo y se quede tranquilo en su pisito sencillo, pero no se dan cuenta de que la casa sigue por amueblar y que puede tener compañeros de piso que decidan continuar por él su labor y ser aún más recargados en gustos. No den por terminada la mudanza porque las obras en el Castillo del Rey Arturo aún no han terminado.

PECES DE CIUDAD

Hay personas que, como los peces, no conciben su vida sin el mar. La vida en ese entorno les ha creado escamas, pero en el corazón. Son heridas de guerra a golpe de piqueta que estos días han vuelto a sangrar. En el poblado de Chovito, y en plena madrugada, el sonido del bucio retumbó en la costa. Los peces de ciudad se prepararon para un ataque que no pudieron evitar. 
Una a una, como fichas de dominó, fueron cayendo sus viviendas  porque alguien considera que hay que devolver al mar lo que se le quita....aunque ya hayas pagado por ello. 
¿y los recuerdos.... quién los devuelve?
Muchas veces hemos llorado por perder algún objeto que tenía valor sentimental, imaginen por un momento que desaparece de un  plumazo todo lo que en su vida tiene valor sentimental. ¿Podríamos llegar a recomponer nuestra vida?
El daño ya está hecho, pero hay otros Chovitos que esperan la pala. En unas islas es difícil no querer mirar al mar que nos rodea. Bueno será humanizar las leyes y hacer que convivan con la vida, al menos con la vida ya construida.
Dice una canción de Sabina que "al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver". Estos peces aman tanto sus recuerdos que seguirán nadando a pesar del dolor, para volver a estar cerca del mar.Hasta que lo consigan, seguirán creando más escamas para no olvidarse nunca de que un día salieron del agua para llegar hasta la ciudad.

Para todos los vecinos de Chovito, por abrir su corazón y lo poco que quedaba en sus viviendas...y a Miguel, un niño que miraba al mar, por permitirme ser su compañía en los últimos minutos en su casa.

Música: el Niño que miraba el mar, Luis Eduardo Aute.