TRABAJADOR A TÍTULO PÓSTUMO

Qué bien sonaba la palabra jubilación hasta hace un par de años. Uno se imaginaba disfrutando del merecido descanso, haciendo viajes del Imserso y como mucho, y con suerte, con la preocupación de ponerte una prótesis . Hasta la palabra tenía su razón de ser, venía de júbilo , de alegría. Vamos, que te ibas el último día de trabajo tirando voladores. Amigos, nuestro gozo en un pozo. Yo estoy preparando mi currículum a título póstumo, no vaya a ser que tenga que buscar trabajo hasta debajo de las piedras, pero del cementerio.
Yo ya lo confieso, no he llegado a los 40 y hay días que no estoy para muchos trotes, así que trabajar a los setenta no sé yo cómo lo llevaré. Si todavía queda algún oyente vivo para entonces, pido disculpas de antemano si sigo aquí y vocalizo mal, ese día seguramente no me habré puesto bien el pegamento de la dentadura.  Pero oigan que si hay que seguir seguiremos. Yo cada día pienso que me tenía que haber hecho budista, por eso de la reencarnación. Primero, porque tienes todas las vidas que quieras, para llegar a una pensión digna. Pero también porque puedes elegir en qué reencarnarte. Yo la próxima vida, me pediré ser un perro. Dicen  que un año de ellos equivale a 7 en un humano. A mi el primer ladrido ya me ha salido, fue espontáneo y tras conocer que el consejero delegado del Santander se jubila, pobrecito, con una pensión de 88 milllones de euros....guau.!!!!!..

OLA DE CALOR

En pleno mes de abril ya hemos tenido que padecer la primera ola del calor de un año que hasta en invierno ha sido de lo más calentito, aunque no sea por las altas temperaturas. Una servidora, puso a prueba el método Cañete de ahorro de agua, abriendo la llave del agua fría y, como era previsible, el resultado ha sido cero ahorro y un trancazo de narices. Se ve que el ministro está hecho de otra pasta...yo las defensas no debo tenerlas bien, porque cada vez me cuesta más recuperarme. No como a nuestro monarca, que se levanta de las operaciones dando un respingo, como quien se tropieza en la calle.  Don Juan Carlos ya está retomando sus audiencias , y en la primera ya ha prometido que va a dar guerra...aunque con la que está cayendo, mejor que dé paz que es lo que más nos conviene a todos.
Y paz precisamente no sé si será lo que encontrará la ex concejala Olvido Hormigos después de conocer las decisiones de la justicia sobre su vídeo subidito de tono. La mujer que propició una reforma del código penal, de esas a golpe de titular, que suele hacer el Ministerio, finalmente no es víctima de un delito contra la intimidad...eso sí que ha sido un planchazo, y no los que se ha pegado en la piscina de un programa de televisión. El exhibicionismo televisivo al final le ha pasado factura.

El Retorno del Pánico

Nunca la llegada a meta había sido tan triste en una carrera. Boston es una zona cero más a las que añadir a la lista de la barbarie. De nuevo el pánico hace temblar los cimientos de occidente, mientras oriente se desangra en un incesante recuento de zonas cero, tal y como refleja la dura imagen ganadora del premio Pulitzer, obra del español Manu Brabo. Miramos a uno y otro lado del mundo y el denominador es único, la muerte de inocentes.

Mientras Venezuela está inmersa en una incertidumbre tras las elecciones. Como suele ser habitual, todos han ganado. Los partidarios de Maduro han invocado al espíritu de Chávez en forma de pajarito para seguir en el poder, mientras que al sector de Capriles no le salen las cuentas y ven cómo ganan terreno en un país dividido en dos. Invocar a los muertos siempre tiene sus riesgos, y el tiempo dirá si el presidente electo demuestra la madurez suficiente para llevar las riendas del país.

Aquí, mientras tanto, seguimos pensando también en aves y  deseando que el Espíritu Santo se haya posado sobre el hombro de Rajoy en sus 24 minutos de reunión con el Papa y le ayude a guiar nuestro destino en medio de esta crisis. Tal y como está el patio no estamos para que más palomas defequen sobre nuestra cabezas, ni siquiera aunque traigan volando la santidad, no vaya a ser que hasta las palomas acaben siendo víctimas de escraches. 

LECCIONES PRÁCTICAS SOBRE EL ESCRACHE

La Semana Santa ha dejado lluvias en la península, cuerpos tostados al sol en Canarias y demostraciones de fervor en toda España al paso de las procesiones. Este pequeño paréntesis de la semana de pasión no lo ha sido para aquellos que, por desgracia, siguen pendientes de la losa de una ejecución hipotecaria.
La crisis económica sí que es un vía crucis que parece no tener fin. Si hay algo que puede darle una visión positiva a esta crisis, además de las nuevas oportunidades, es el enriquecimiento paulatino de nuestro vocabulario....la prima de riesgo, mercado de deuda, troika, hombres de negro, preferentes, activos tóxicos y así una larga lista de términos que han pasado a formar parte de nuestro día a día hasta convertirnos en eruditos.
Por aquello de que el saber no ocupa lugar, esta semana santa nos deja además nuevos inventos del vocabulario traídos desde tierras sudamericanas. Ha sido la semana del escrache, que se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales, en columnas de opinión y en debates televisivos.
Tenemos escrache hasta en la sopa....pero ¿sabemos lo que es? para que ustedes me entiendan es ir a tocar las narices al domicilio o sede del político y siglas de turno con un cabreo proporcional a la tomadura de pelo del personaje a molestar. Todo eso me plantea lo siguiente....¿estamos escrachando lo suficiente? ¿quién allana más la morada, el que escracha o el que te levanta la casa a golpe de desahucio?
Desde luego la polémica está servida, pero yo por lo menos prefiero ver un escrache que un "escache" colectivo de las conquistas sociales.