lunes, 19 de octubre de 2015

MÍRALA CARA A CARA QUE ES LA PRIMERA...

Dice una popular sevillana ...mírala cara a cara que es la primera...Pues cara a cara y primera cita es lo que vimos este domingo en el debate que ofreció la Sexta con los líderes de los dos partidos bautizados ya como emergentes, Albert Rivera, por Ciudadanos y Pablo Iglesias por Podemos. Al margen de los contenidos y de quién pueda convencer más, lo cierto es que televidente y más aún como ciudadano, se agradece volver a intuir altura de miras en un debate político en el que no hubo ni insultos ni pérdida de papeles. Estamos acostumbrados a ceremonias, a debates encorsetados que realmente no lo son y a que los líderes políticos no bajen a la arena para discutir de lo que realmente nos importa a los ciudadanos. Tanto bajaron a la arena, que a Iglesias y Rivera les faltó sólo arrearse una hartada de churros, mientras ofrecían sus propuestas para cambiar España después del 20 de diciembre. En la mesa del encuentro, además de los cafés, había dos sillas vacías...las que podrían haber ocupado los representantes del Partido Popular y Partido Socialista. Ya a estas alturas todos sabemos que ni Rajoy ni Pedro Sánchez habrían entrado en un bar de chochos y moscas, como decirmos por aquí, para debatir...y mucho menos con estos dos recién llegados. Lo cierto es que el bipartidismo encarnado en Sánchez y Rajoy debería estar temblando de miedo. Si 5'2 millones de Españoles fueron capaces anoche de ver el programa y pasar de Gran Hermano, quizá es que no todo está perdido y los españoles volvemos a estar interesados en la política o, al menos, en escuchar algo diferente del y tú más.

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