UNA, GRANDE Y LIBRE

Pasó el día de la Fiesta Nacional y hoy de nuevo las banderas vuelven al baúl,con las bolitas de naftalina, hasta el año que viene. Prefiero no hacer vaticinios de quién pueda estar en el palco de autoridades dentro de un año, hace tiempo que las apuestas se me dan mal, pero lo mismo el próximo 12 de octubre el palco podría parecer más una grada de un concierto de Extremoduro... Ayer las cámaras buscaban la anécdota, la imagen curiosa y los objetivos apuntaron mucho hacia Albert Rivera, convertido en codiciado objeto de deseo en los corrillos, a falta de presidentes autonómicos declarados en rebeldía. España merece la pena y es una gran nación...así sonó la sutil patada en la entrepierna que le dio el ministro Morenés al presidente Más...para hacerle disfrutar del día hablando castellano en la intimidad. Otro patadón fue el que le dio la legión a otro de los ausentes, Pablo Iglesias, otro que no fue porque seguramente no tenía ni traje que ponerse...el caso es que estuvo al menos en espíritu...porque la cabra que este año acompañó a los legionarios se llamaba Pablo...siendo así...permítanme ustedes que diga que no era una cabra...sino el macho cabrío, con perdón. No sé si existe la reencarnación en animal cuando estás vivo...pero si pueden vean las imágenes...cuando Pablo pasa por el palco de la familia Real...echa a correr y sale casi en estampida. Reivindico otra cabra para el desfile del año próximo...y que se llame Ada. Seguro que también irá al desfile...cabreada