365

Esto se ha convertido en una herramienta de trabajo, pero hoy vuelve a sus orígenes...a la fuente de desahogo personal. Hace justo un año de un cambio de vida...por aquel entonces, sólo pensaba en que pasaran las hojas del calendario y olvidar. Ya las he pasado todas...12 meses completitos y hoy me he levantado con ganas de dar gracias. Este año ha sido intenso y ha estado lleno de aprendizajes. He aprendido a valorar y a valorarme. A mirar otra vez con ilusión y a afrontar retos. Hacer la compra para uno...matar cucarachas sola...y a fin de cuentas, a aprender que hay caminos que mejor vivirlos solo con la compañía que uno elige... De los de mi sangre, poco tengo que decir, salvo que soy inmensamente afortunada por tenerlos ahí y por saber acompañarme en un trance que tampoco ha sido fácil para ellos...a mi madre por sus confidencias, a mi padre por sus palabras diarias de motivación...a mi hermano por estar siempre al tanto aunque nunca lo pareciera. Luego está el resto, la familia escogida, casi tan importante como la de sangre. A la más especial, la que ha llorado conmigo y perdido sueño y al resto por la complicidad y ayudarme a convertir un drama en un episodio de comedia. Este año más gente se ha quedado por el camino, pero bien está lo que bien acaba...otro de los aprendizajes, puerta abierta para que entre o salga quien quiera... Por los reencuentros, después de años, los encuentros, los mensajes de madrugada, las nuevas ilusiones y también los fracasos. Todo eso me ha hecho más fuerte, más consciente y me ha ayudado a seguir creciendo como persona. Ahora...voy a celebrarlo y a seguir bailando...les quiero