AMENAZA CUMPLIDA

La cara de Artur Mas en el pleno histórico de ayer era la de un gato relamiéndose de gusto tras arrearse una hartada de sardinas. Sí, al final Artur logró arrimar el ascua a su sardina tensando la cuerda con el Gobierno español. Una cuerda que -permítanme ustedes la vulgaridad- a estas alturas está más tensa que el hilo del tanga de una obesa mórbida. El pleno de ayer en el Parlamento catalán es, sin lugar a dudas, el mayor desafío que sufre España tras el golpe de Estado del 23F. No cabe duda de que a Rajoy le están haciendo un favor desde Cataluña de cara a la campaña electoral, porque con toda esta polémica ha tenido en bandeja la posibilidad de empezar a ejercer un atisbo de liderazgo que ha estado perdido durante toda la legislatura...a buenas horas, mangas verdes. En cuanto a lo que sucede en Cataluña, resulta francamente triste que una minoría se apropie de los deseos y anhelos de toda la comunidad autónoma que en sus pasadas elecciones dejó claro que no quería mayoritariamente la independencia. Ahora resulta que va a dar igual lo que se vote, porque con lo que pasó ayer ha quedado claro que como en aquel anuncio del juego Escatergories, si no te gustan las reglas, te llevas directamente el juego, o en este caso, una comunidad autónoma. Se ha roto un modelo constitucional, con más fallos que una escopeta de feria, pero que -hasta ahora- eran unas reglas del juego que, aunque mejorables, nos habían permitido cierto periodo de tranquilidad, pero ¿qué pasará a partir de ahora? Además ,resulta, cuanto menos llamativo, que en Convergencia se conviertan en máximos adalides del independentismo cuando antes lo consideraron incluso trasnochado. Qué curioso que coincida estas ganas de no someterse a nada que huela a España con las investigaciones del 3% que podría dar al traste con unas cuantas carreras políticas, entre ellas la de Mas. A estas alturas de la película ya uno no sabe en qué tejado está la pelota, pero tengan claro que por mucho que algunos se relaman de gusto, esto no es ningún juego. La electricidad es peligrosa y a veces por las desconexiones te acaba dando un correntazo.