TERRITORIOS DE ULTRAMAR

En la época de la colonización se hizo habitual hablar de los territorios de ultramar como aquellos lugares alejados del imperio. El término inglés es Offshore, que ahora se populariza porque no eres nadie si no tienes dinero o empresas offshore. A mi me gusta el inglés pero reconozco que me saca de quicio la moda de adoptar cualquier palabra anglosajona cuando existe el término en castellano. El de offshore es literalmente deslocalizado, casi lo mismo que siente uno a medida que se van conociendo los nombres de la lista de los papeles de Panamá. El último deslocalizado, presuntamente, en esos papeles es el ministro en funciones de Industria y líder de los populares canarios, José Manuel Soria, que ayer se quedó más bien descolocado cuando le trancaron en mitad de una entrevista mientras el bombazo explotaba en la Sexta. El oficio de deslocalizar no tiene por qué ser un delito, el problema es cuando el deslocalizador, hace su labor para realizar limpiezas varias de capital en paraísos fiscales, pero vamos a no pensar mal. Como decía Guillermo Summers en sus películas, To er mundo es bueno. Quienes si son buenos son los líderes de las principales formaciones políticas de ámbito nacional. Odio el tópico pero ya saben ustedes que una jornada electoral es una fiesta de la democracia, más para unos que para otros, así que tenemos que estar más que agradecidos porque nos den la oportunidad de volver a gozarnos un buen boncho, dos días después de la noche de San Juan. Eso sí, se calcula que la fiesta nos costará unos 160 millones de euros. Ése el coste económico, pero el temporal...es decir, la pérdida de tiempo que hemos sufrido todos durante meses, no tiene precio.