LO QUE EL MIEDO NOS QUITÓ

El sentimiento de miedo es humano y con todo lo que viene sucediendo en las últimas semanas, la sensación ha crecido de manera exponencial. Pasó tras los atentados del 11 S, en Nueva York; en Madrid tras el 11 M y ahora se reviven las sensaciones de temor a un enemigo desconocido. Ésa es la primera victoria que quieren estos yihadistas, que les temamos y que nos sintamos vulnerables. De ahí toda una toma de decisiones en cadena que han convertido a países como Bélgica en un búnker y que han afectado hasta las decisiones del deporte. Así, con un estadio prácticamente blindado se jugó el clásico Madrid-Barça, en el que los únicos paquetes sospechosos que hubo en el Bernabéu fueron los madridistas. Bromas aparte, la lucha que hay que librar ahora no es la de los misiles y la respuesta al terror. Hay otra sociológica mucho más profunda y que tiene que ver con las heridas en las confianza que estos ataques están provocando. Además de los muertos en uno y otro bando y de las zonas zero que los atentados y su respuesta van a dejar, ahora toca la lucha de la población por superar una inseguridad hacia lo desconocido y extranjero que sin duda va a provocar una crisis humanitaria más profunda. Y si no, les pongo un ejemplo...España iba a ser generosísima con la recepción de refugiados. Misteriosamente, desde que se produjeron los atentados ni mu de cuotas por parte del Gobierno español. Ya se sabe, queda menos de un mes para las elecciones...y el terrorismo, ya tenemos experiencia, a veces inclina la balanza hacia otro lado.