lunes, 16 de junio de 2014

LA SEMANA REAL

Se aproxima el día histórico de la proclamación del nuevo rey y, a medida que avanzan los días, me genera más dudas la coherencia entre la democracia y eso de la monarquía por gracia de tu padre. Personalmente, no creo que estemos ahora para poner más cortinas de humo que nos tengan entretenidos, para eso ya está el Mundial de Fútbol, aunque con el estreno que ha tenido la selección española, lo mismo hay que buscar plan B antes de tiempo para tener a los borregos despistados unas semanas más. El caso es que el plan B que se plantearía de no querer un rey, sería poner a un político a cargo de la jefatura del Estado. No voy a cometer la atrocidad habitual de generalizar, pero qué quieren que les diga, yo prefiero que me represente alguien que al menos está preparado y que no nos deje en ridículo en cuanto abre la boca en inglés. Además, por la salud de mi madre, que es fan de las casas reales y más si salen en el Hola, confío en que le dejen disfrutar un poco de los reportajes empalagosos dedicados a la familia. Me imagino que con el paso de los años, lo del modelo de Estado se irá reflexionando, pero me da es que mejor esperar otra temporada de melones que abrir uno que nos salga podrido en este momento. Por cierto, que para podrido,el garbanzo que se coló en la Guardia Civil y que tuvo la ocurrencia de grabar y mofarse de una agresión sexual, un comportamieno que le ha permitido ganarse el indulto del ministerio de Justicia. A la justicia la suelen representar ciega, pero lo de Ruiz Gallardón no es ceguera, es torpeza profunda. El que sí debe ser ciego es su hijo, que se mete leñazos con el coche y no se entera...será por eso por lo que sale huyendo del lugar del accidente. Me da a mi que este ministro se ha preocupado mucho de los hijos de los demás, incluso si no han nacido, y muy poquito del suyo. Ahora vas y lo indultas.

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