CUESTIÓN DE HUEVOS

Sé que no es la hora más oportuna para hablar de testículos, pero me permitirán que -por primera vez- me salga de la franja horaria para hablar de genitales. Lo hago porque como algunos sabrán, uno de los leones del Congreso de los Diputados, es como Farinelli, está castrado y más que rugir maúlla. El caso, es que apelando a su masculinidad, se preparó una propuesta para pedir al Ministerio de Cultura que la fiera estática tuviera dos bolas más aparte que la que lleva bajo la garra. Total, que el ministro Wert ha dado su veredicto. El león del Congreso no tendrá testículos porque piensa el ministro que añadirlos a la obra de arte puede dañar el original....mejor no hablamos entonces de las aberraciones que hacen muchos con la cirugía estética. El caso es que toda esta reflexión me ha llevado a pensar que efectivamente el león castrado es un símbolo de la falta de huevos del propio Congreso de los Diputados. Falta valor para darle voz a los canarios, falta valor para reducir el número de aforados y, por faltar, falta hasta la vergüenza. Eso sí, desde los escaños la imagen es absolutamente la contraria, los que Gobiernan nos demuestran cada día que las decisiones del rodillo de la mayoría absoluta salen adelante por sus huevos. Qué lástima, unos con tantos y otros con tan poco. Perdónenme la ordinariez.