lunes, 14 de octubre de 2013

ASCOLTA, MARIANO, EL FUTURO ESTÁ EN TU MANO

Al Gobierno español le crecen los enanos y se olvida de que los problemas no desaparecen cuando uno intenta ignorarlos. Así ha pasado hasta que Cataluña ha dado un puñetazo sobre la mesa y ha puesto en jaque la unidad del país con su amenaza de consulta soberanista. Tras la diada y las cadenas....la cuerda se está tensando y esto va pareciendo un culebrón en el que el amante despechado se empeña a toda costa a retener a su amada, que quiere poner pies en polvorosa.
Sería un argumento y una lectura bastante simplista, pero no nos olvidemos que detrás de la traída y llevada cuestión catalana está el sempiterno debate del estado de las Autonomías y de quién aporta y lleva más a la bolsa estatal. Rajoy pretende retener a Cataluña a base de carantoñas económicas, mientras el resto de autonomías se resisten a seguir participando en un café para todos que, ya les digo,  es todo menos relajante. Las cuentas no salen y el resto de autonomías, entre ellas Canarias, asisten al acecho de las prebendas que pueda lograr Cataluña en esta separación de bienes que de momento parece que tiene pocos visos de solución, al menos por la vía epistolar, como se empeñan hasta ahora en hacer los dos amantes despechados. Lo que habrá que plantearse ahora es si el estado de las autonomías se queda igual de escorado que el Costa Concordia  y qué esfuerzo habrá que hacer para reflotarlo.

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