lunes, 29 de julio de 2013

SE CIERRA EL TELÓN

Me asomo por última vez a esta ventana semanal antes de tomarme un merecido descanso. Hace algo más de un año comencé esta aventura de vomitar los pensamientos y reflexiones, coincidiendo con uno de los peores momentos vitales que me ha tocado vivir hasta ahora, por suerte. Y digo, por suerte, porque pasar un expediente de regulación de empleo es bastante desagradable y que la fortuna esté de tu lado y quedarte en tu puesto de trabajo aún más. No pueden decir lo mismo algunos de mis compañeros, que se quedaron en el camino y se buscan la vida como pueden.
Digo además lo de la suerte, porque a pesar de lo duro que pudo parecerme la situación, no hay nada como el tiempo para serenar los ánimos y devolver a su orden las prioridades de la vida. No puedo evitar acordarme esta semana de las desgracias que este año han marcado la actualidad de nuestros días y sobre todo la más reciente, el tren que ha llevado la desgracia a una tierra a la que estoy atada por lazos familiares y en la que estaré en unos días. Frente a todo eso...mis desgracias, las miserias, las inquinas del día a día, los sobres, Bárcenas....no merecen la pena.
Antes de tirarme a la bartola, quiero dar las gracias a todos los que han dedicado unos minutos de su tiempo a leer las reflexiones de una servidora  y sobre todo a quien me ha permitido que suenen en voz alta: mi amiga y compañera María Doménech quien allá por el mes de agosto pasado me metió en el berenjenal de que todas mis locuras escritas, se convirtieran en una sección en La Alpispa, el magacín que presenta todos los días en Canarias Radio la Autonómica. Gracias, María, por la oportunidad y por la complicidad diaria.

A todos ustedes, si hay alguien por ahí, les deseo un feliz verano. Nos seguimos leyendo....si quieren.
Noemi


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