Pactar de lejos no es pactar, es como estar pactando solo. Podría ser una balada de Sergio Dalma pero es la balada triste europea que han protagonizado el PP y el PSOE en su camino al Consejo Europeo. Se han quedado solos porque en lugar de dar un puñetazo todos a una en la mesa de la Troika, y echar lejía sobre los hombres de negro, Rajoy y Rubalcaba han terminado los dos solitos subidos al tándem que los llevará hasta Bruselas.
Dicen los sindicatos que en lugar de un tándem la imagen que les sugiere este pacto es más bien la de un sidecar, donde Rajoy conduce y Rubalcaba puede acabar estrellado contra un árbol.
Independientemente del vehículo biplaza que hayan escogido, no está mal que por primera vez veamos a dos que se matan a diario hacer un esfuerzo por dejar los trapos sucios en casa y llevar a Europa una propuesta bien limpita que dé una imagen de cierta unidad, aunque en casa estén todos a tiros como en Puerto Urraco. No sé qué tal resultará esta aventura conjunta, pero si sirviera de algo podrían acudir al Vaticano a recibir la bendición del Papa. Si el argentino ha sido capaz este fin de semana de bendecir a cientos de moteros subidos a su Harley, digo yo que podrá hacer un esfuerzo y lanzar un fisco de agua bendita sobre el sidecar de estos dos. El caso es que sea en patinete, bici o sidecar, este vehículo necesita llegar a Bruselas y hacer un escrache a los dichosos mercados y políticas de austeridad. Eso sí, no hace falta que se pongan pañuelo palestino y lo hagan al estilo Gordillo, no hace falta que envíen a la Europa de los Mercados, a ninguna parte del cuerpo femenino, que ya solita se acabará yendo al garete, que es lo mismo pero dicho más fino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario