domingo, 29 de mayo de 2016

MODO ARRECHO ON

Para que no pensemos que vivimos el mismo día de la marmota que en diciembre, esta campaña electoral de primavera ha introducido una novedad interesante con la que mantenernos entretenidos. Se trata de la inclusión de la circunscripción electoral de Venezuela, de la que -por lo que parece- algunos pretenden sacar tajada. Ya no son los mismos de siempre, Coalición Canaria, que acudía en peregrinación a un coto de caza de votos donde la presencia de canarios era favorable. Ahora si no estás en Venezuela no eres nadie. La situación del país se ha metido de lleno en campaña electoral, tanto que los candidatos se han sometido a una operación de cirugía para adaptarse al exigente jurado estético que preside los certámenes de miss. En Podemos se han puesto arrechos, con eso de que les barran el terreno del que -supuestamente- se nutrían, no se sabe si ideológicamente sólo o también económicamente. El caso es que con la visita de Albert Rivera, el catalán ha hecho su salida del armario internacional, pero poco más. La vaina de la defensa de los derechos humanos a punto estuvo de jugarle una mala pasada cuando se dejó caer con una afirmación sobre el cierto orden y paz que hay en las dictaduras. Ya puestos a defender los derechos humanos, también estaría chévere que los candidatos tuvieran agallas y fueran a hacer campaña a los campamentos saharauis, pero -claro- en aguas marroquíes ya se sabe que se nada tibio, como en el Mediterráneo. Gracias a la octava isla y a la triste situación que se vive, nos hemos enterado que en España tenemos un Consejo de Seguridad Nacional, que visto nuestro nivelazo, debe ser algo así como la TIA de Mortadelo y Filemón. Nivelazo también hay en Canarias, ya lo saben, una tierra única. Terminados los fastos sobre la canariedad, hay que volver a poner los pies en el suelo, o más bien lodo, según parece. Al barro se ha tirado Paulino Rivero, dispuesto a hacerle una nueva agarrada a Fernando Clavijo. El ex presidente cada día recuerda más a esos malos de las películas a los que crees muertos y de repente te dan la cuchillada final acompañada de música estridente. Así de traumatizado estará por la pérdida de las primarias con Clavijo, que ha preferido buscarse de compañero de cama a Román Rodríguez, con quien afinidad precisamente no le unió durante su mandato. Así, ambos, en extraña conjunción, han decidido sumarse a la plataforma contraria a la ley del suelo. Ya lo saben, las borracheras y la política, o viceversa, hacen extrañas compañías.

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