EL REVENIDO

No ganó el Óscar a la mejor película pero sí al mejor actor que se llevó Leonardo Di Caprio. Echo en falta las traduciones literales de los títulos de las películas. The Ravenant realmente debería de ser El Revenido, a mi es una palabra que me encanta para describir a esa gente de carácter duro a los que cuesta coger cariño. El revenido del que les hablo subirá esta tarde a la palestra del Congreso de los Diputados para buscar apoyos a su investidura. No sé a ustedes, pero yo he pasado de mirar con buenos ojos a Pedro Sánchez, aunque fuera por su planta, a mirarlo con recelo porque lo veo un tipo revirado...como con doble fondo. Dice la definición que lo de revenido no es de renacer, como han traducido los de la peli, sino que significa tratar de ablandar con tratamientos térmicos cosas duras...normalmente el acero. Más que revenirse él mismo, Pedro Sánchez ha tratado durante estas semanas de revenir a todo el que se pegaba a su lado con tal de dejarlo amorosado para su causa...al final sólo ha podido llevarse al huerto a Albert Rivera, porque al resto de metales no hay quien los doble. En definitiva que hoy, en vez de alfombra roja, en esta gala habrá una color coral, un tono socorrido y ambiguo. Para unos es rojo, para otros es naranja y así, todos contentos. El otro nominado a mejor actor principal sigue calladito y agazapado a la espera de que termine el estreno de hoy, que a buen seguro será el menos taquillero de la historia. Preparen las cotufas, o roscas si están en Gran Canaria, y prepárense para ver cómo Pedro Sánchez acaba compartiendo algo más con Leonardo Di Caprio, su hundimiento en el Titanic.