lunes, 24 de noviembre de 2014

EL ESPÍA QUE LES ACHUCHÓ

El pequeño Nicolás ha pasado de ser el niño de Rajoy a un temporal que arrasa con vientos huracanados los cimientos de las instituciones del Estado. Reconozco que me reído bastante con las ocurrencias del personaje, pero a medida que avanzan los días y que se conoce más información sobre él, confieso que se me acaba la gama de grises con el muchacho y me quedo o en el blanco impoluto o en el negro. A estas alturas de su película, la historia de Nicolás o bien es la de un auténtico pirado con ínfulas de grandeza al que hay que encerrar con 5 camisas de fuerza o me temo que la cosa es más real de lo que pensamos, y de ahí que más de uno se esté haciendo caquita. Me inclino por pensar que una cabeza normal, de un chico de 20 años, no puede tener semejante capacidad de invención para los guiones, a no ser que esté emparentado con Hitchcock. Eso me lleva a pensar que lo mismo todo está basado en hechos reales y -qué quieren que les diga- ¿qué hacen el CNI, La Comunidad de Madrid, Soraya, e incluso la Casa Real desmintiendo que le conocen? ¿ No sería más fácil que si todo es mentira se ignore lo que diga? a mi me recuerda aquello de Excusatio non petita, accusatio manifesta... En fin, que el personaje logró en su primera entrevista en televisión una audiencia de 2'61 millones de personas. Algo está pasando en nuestro país, cuando un niñato de 20 años que no tiene ni pelo suficiente para tener barba es capaz de hacer temblar los cimientos del Estado. Yo sólo espero que pase pronto la exposición mediática porque lo veo dejándose coleta y fundando el partido Nicolemos...

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