Ya sabemos que los súbditos ingleses son unos de nuestros visitantes más ilustres y que tenemos el privilegio de que hordas de guiris nos visiten cada año. La visita de su primer ministro, David Cameron, ha supuesto un importante impulso turístico para Lanzarote pero un plumilla se pasó de listo y calificó a Lanzarote de Lanzacutre. Lo siento por el escritor pero le voy a dar argumentos de cachetada a dos manos para llevarle la contraria. La isla de Lanzarote no puede ser más bonita, su gente más amable y la gastronomía no tiene nada que ver con la inglesa. Bien sabemos, los que hemos comido en Reino Unido, que el cocinero Gordon Ramsey no es precisamente una muestra representativa de la cocina en la pérfida Albión.
Para seguir con el cutrerío, no hay más que esperar un vuelo low coast en cualquier aeropuerto de las islas. Parece que los ordenados ingleses se convierten en hoolingans en cuando se bajan del avión y a veces no hace ni falta que se bajen, porque ya la arman hasta tirando rollos de papel higiénico en pleno vuelo...
Lanzarote no es cutre, cutre es gastarse cuatro perras en un todo incluido y hartarse a cañas, cutre es no ver ninguno de los encantos de un destino turístico y armarla en locales nocturnos y, sobre todo, cutre es lucir moreno cangregil y pretender parecer dominicano. Seguro que los tópicos les duelen, pero sorry, yo también sé generalizar. Dios salve a la Reina....y sobre todo a Cameron, que nos siga visitando.
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