martes, 14 de enero de 2014

DE IMPUTADOS Y EMPUTADOS

La expresión estar imputado y emputado está separada ya por una línea tan fina como la que -dicen- separa el amor y el odio. La nueva imputación de la Infanta Cristina logra ya el efecto inmediato del empute, pero del resto de los ciudadanos que estamos asistiendo a un espectáculo lamentable que se suma a la larga lista de emputes que comenzaron con la caza del oso borracho, del elefante de Botsuana y que no se sabe en qué va a acabar.

El 8 de febrero la infanta lucirá su palmito y andares borbónicos en los juzgados de Palma. Eso sí, demos gracias a Dios por la caridad de la Infanta que no ha querido recurrir el auto del juez Castro, por eso de que es consciente de su voluntad de servicio público....

Flaco favor  le hace la doña y la Casa Real a los conceptos de servicio público y  transparencia, sobre todo cuando la institución ha estado protegida hasta ahora por un velo similar al que utilizaba Sara Montiel para tapar imperfecciones.

Lo que se ve que desconocía la Casa Real es que las fotos del Hola son las únicas que pueden retocarse, para la imgen pública desgastada ya no hay photoshop que valga, así que ahora le toca a la princesita dar la cara y demostrar aquello de que todos somos iguales ante la ley.

Habrá que esperar hasta entonces para saber si la infanta se hace la boba y   recurre al método Pantoja para decir eso de que no sabía lo que firmaba y que no entiende de cuentas. Lo que está claro es que cada día que pasa esta familia demuestra ser la única monarquía del mundo que es republicana.

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