Y dijo el Señor....la luz se ha hecho en España. No, no me voy a referir hoy a la tarifa eléctrica, que podría. Todavía sigo conmovida por el espectáculo de telepredicación que dio Rajoy este fin de semana en la convención de su partido en Valladolid.
Allí dijo una verdad como una templo, no sé si la única: los españoles nos hemos rescatados solos. Eso no lo discuto, porque nunca los españoles nos hemos sentido más solos ante una situación crítica mientras gobierno y oposición jugaban a pasarse la pelota y jugar a las herencias recibidas y al tú más.
Tanto se creció el pastor Rajoy, que recurrió a aquello del Rey a Chaves: el porqué no te callas, para decirle a Rubalcaba que se deje de ser pájaro de mal agüero y contaminar el pesimismo entre los españoles. El hombre la verdad....es que tampoco tiene pinta de ser la alegría de la huerta, ahí le dio.
Yo la verdad, es que tras este mensaje de optimismo me he venido arriba y empiezo a ver como Caroline...la luz al final del túnel. No sé lo que nos espera al otro lado....si un prado lleno de ovejitas y brotes verdes o un paisaje desértico y seco como la mojama.
Por optimismo, que no sea, pero ojo...tampoco vamos a convertir a una gaviota en pavo real, que a Ícaro por volar demasiado alto se le derritieron las alas.
Así que cada uno que aplique sus recetas al día a día como buenamente quiera y vayamos en paz.... o mejor, que unos y otros nos dejen irnos en paz y seguir con nuestro particular rescate.
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