lunes, 17 de diciembre de 2012

LA CUENTA ATRÁS

Las señales son inequívocas, por mucho que uno quiera evitarlo y suplique a los mayas que acaben con el mundo, no lo vamos a conseguir. La Navidad ha llegado....y para quedarse por un tiempo.
La primera señal es encender la tele un fin de semana por la mañana y ver la publicidad. Bi bi bi zak, juguetes para compartir, el coche de las monster high...y el dichoso catálogo tamaño guía telefónica que no te cabe debajo de la puerta.

La ciudad se llena de luces que por un tiempo nos ocultan las miserias que siguen presentes en la calle, un centro comercial sueco nos invita a albóndigas al tiempo que desde septiembre se empeña en que pongamos el árbol y por mucho que nos resistamos, caemos en la tentación.

Lo demás, ya lo conocen, entramos en esa vorágine de cenas, comidas, copas que empiezan el 1 de diciembre y terminan prácticamente con el entierro de la sardina, no hay tregua.

Pero para vorágine....las compras. Este año además del verde y del dorado, tan habituales, se usa el rojo, color navideño por excelencia y también ...el color de los números de la cuenta corriente. El primo del amigo invisible será la práctica más empleada esta navidad. Es todo un arte que requiere su aprendizaje y que consiste en escaquearse disimuladamente de compromisos y regalos varios con la frase "este año un detallito para los niños y listo". Sí, señores clientes, el que tenga una nómina y paga extra, que la cuide...porque la cuesta de este enero será más empinada que una escalera de las pirámides  mayas.

Mientras tanto, hay quien ya ha ido preparando su particular belén....yo aún no lo he puesto pero tengo preparado a mi rey mago Díaz Ferrán, que ya tiene su kilo de oro listo para llevar a Belén...Ya sólo queda hacer la cuenta atrás y rezar para que la cuenta atrás termine el 21 de diciembre, como la profecía.

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