Bueno, oficialmente ya tengo 34. Empieza a pesar la losa y ya es el momento de decantarse definitivamente por las velas en formato numérico porque empieza una a tener menos capacidad pulmonar.
Cuando me levanté esta mañana y en estos días realmente pensaba que tenía pocos motivos para celebrar, pero al mismo tiempo no puedo evitar ponerme el filtro de color rosa con el que suelo ver la vida y que es más real de lo que yo misma pienso. Como alguien me dijo ayer, y muy acertadamente, tengo lo verdaderamente importante en la vida. Una familia protectora, como una piña que tira de cualquiera de sus miembros cuando flaquean, unos amigos que son también mi familia escogida, con los que llorar, reírme hasta dolerme la mandíbula y sobre todo que están ahí para todo. Lo demás....es accesorio. En el Día de Canarias he escuchado eso de un "mar de razones" hasta resultar cansino y poco creíble. Yo sí que tengo un mar de razones para ser feliz y para dar gracias todos los días por lo que tengo, que es mucho....
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